Se presenta como un gran desafío del nuevo milenio, el que los niños y niñas deban estar preparados para vivir en un mundo de futuras constantes, que desafían sus conocimientos y creatividad. Tenemos presente que de acuerdo a la realidad individual de cada educando, debemos poner nuestros mejores esfuerzos para que ellos adquieran las competencias y destrezas básicas para desempeñarse con éxito en la sociedad en que deberán desenvolverse en lo personal y familiar.
Para el logro de una educación moderna y de calidad, es necesario mejorar y potenciar las habilidades de nuestros niños y niñas, siendo de suma importancia que ingresen desde muy pequeños al sistema de educación formal, donde aprendan a desarrollarse en comunidad, fortalezcan sus capacidades psicomotoras insertándose en una estructura social, haciendo básico y fundamental que nuestros pequeños ingresen a la educación parvularia, las que al igual que la enseñanza básica tendrán como objeto la calidad de educación, aprendizaje de valores que les permitan vivir en armonía con la comunidad y su entorno, basado en la disciplina y cumplimiento de normas.